“Competencias sin fronteras” abre camino a un reconocimiento regional de las personas que cuidan
El 27 de noviembre la Red Regional de Formación y Certificación en Cuidados Saber Cuidar, coordinada por OIT/Cinterfor, realizó una nueva sesión del ciclo de webinars “Profesionalizar el cuidado, transformar la región”.
El encuentro, titulado “Competencias sin fronteras. Hacia procesos de certificación que conecten la región”, reunió a equipos de Uruguay y República Dominicana para debatir cómo la certificación de competencias laborales en el sector de los cuidados puede favorecer la movilidad laboral, el reconocimiento de cualificaciones y el trabajo decente.
Participaron representantes de INEFOP, MTSS y UTU por Uruguay y del INFOTEP por República Dominicana, junto a personas de instituciones públicas, organizaciones de trabajadores, empleadores y centros de formación de toda la región. Para “romper el hielo”, la sesión comenzó con una nube de palabras en línea alrededor de la pregunta “¿Qué palabra te viene a la mente cuando piensas en certificación y movilidad laboral en el sector de los cuidados?”. Entre los términos más repetidos aparecieron “oportunidad, reconocimiento, profesionalización, trabajo decente, dignificación, formación continua, respeto y formalización”.
Este ejercicio sintetizó bien el espíritu del encuentro: reconocer los saberes que ya existen en el sector, dignificar el trabajo de cuidar y abrir rutas para la movilidad y la integración regional.
Laura Torres y Ximena Ureta presentaron la experiencia de Uruguay Certifica, la Comisión Nacional de Certificación de Competencias integrada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el PIT-CNT, cámaras empresariales, la ANEP/UTU e INEFOP, responsable de la implementación y financiación.
La certificación de competencias en cuidados se inserta en un entramado de políticas públicas que incluye:
- El Sistema Nacional de Formación Profesional.
- El Sistema Nacional Integrado de Cuidados, donde la certificación aporta a la profesionalización del sector.
- El trabajo en un Plan Nacional de Cuidados 2026–2030, que incorpora líneas estratégicas sobre certificación, formación y construcción de un marco nacional de cualificaciones para cuidados.
Desde 2016, Uruguay ha certificado 825 personas en el perfil de atención a personas en situación de dependencia. Solo entre 2024 y lo que va de 2025 se evaluaron 152 personas, de las cuales 73% obtuvo la certificación completa. El perfil se estructura en unidades de competencia y permite certificaciones parciales según los resultados de la evaluación.
Al caracterizar a la población participante, destacaron que:
- Predominan las mujeres, en una franja etaria concentrada entre 41 y 50 años.
- La mayoría cuenta con primaria completa o ciclo básico.
- Existe cobertura nacional, con algo más de la mitad de las personas provenientes del interior del país.
Una de las fortalezas señaladas es la validación tripartita de todos los procesos, con participación activa de sindicatos, empresas de servicios de acompañantes y asociaciones de residenciales. Otra característica distintiva es el plan de desarrollo individual: “No solo evaluamos: también diseñamos un plan para cerrar brechas y asegurar la certificación posterior”, explicaron desde INEFOP.
Ese plan se articula con la UTU y otros proveedores de formación profesional, lo que permite complementar competencias en las unidades donde se detectan dificultades. Sobre esa base, Uruguay ha desarrollado además ofertas formativas específicas como auxiliar en recreación y bienestar, cuidados de primera infancia en domicilio, operador de teleasistencia, asistencia a personas con TEA y acompañamiento a niños y niñas con discapacidad, entre otras.
Entre los desafíos, el equipo uruguayo destacó:
- Que la certificación hoy alcanza solo a personas que trabajan en centros de larga estadía, lo que deja fuera a quienes cuidan en domicilios.
- La necesidad de ampliar rutas formativas y mejorar el seguimiento de las trayectorias posteriores a la certificación para medir su impacto en la empleabilidad.
- La exploración de metodologías de simulación que permitan evaluar a cuidadores domiciliarios sin invadir los hogares.
- La construcción, en cooperación con ChileValora, de un marco nacional de cualificaciones que luego pueda extenderse a otros sectores productivos.
Por República Dominicana, Miguel Ángel Sánchez y Elaine de Castro presentaron el camino recorrido por el INFOTEP.
La certificación está contemplada desde la propia ley de creación del INFOTEP (1980), que reconoce el aprendizaje previo. A partir de esa base se desarrollaron dos mecanismos:
- La validación ocupacional.
- La certificación de competencias laborales.
La institución acumula experiencia desde los años noventa en validación ocupacional y, desde 2007, en la implementación de un sistema de certificación de competencias.
Este desarrollo se articula con procesos nacionales más amplios:
- La Estrategia Nacional de Desarrollo y el Pacto Nacional para la Reforma Educativa impulsaron la creación de un Marco Nacional de Cualificaciones.
- Una comisión nacional y un comité técnico trabajan en un Catálogo Nacional de Cualificaciones, junto con el Ministerio de Educación y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.
En otros sectores, como electricidad y refrigeración, la certificación de competencias se ha establecido como requisito para la emisión de licencias, reforzando el rol regulador del sistema.
En el área de cuidados, INFOTEP no parte de cero: ya contaba con una oferta formativa consolidada. Esa experiencia se ha fortalecido trabajando con programas sociales como Progresando con Solidaridad y Supérate, desde donde se impulsó un componente específico de cuidados orientado a apoyar hogares elegibles y promover la autonomía económica de las mujeres. El desarrollo de estándares y perfiles para cuidados se construyó de manera interinstitucional, a través de una mesa que reúne a diez instituciones (entre ellas el Ministerio de la Mujer, Supérate, el Ministerio de Economía, entre otros), con apoyo técnico internacional, incluido OIT/Cinterfor.
INFOTEP ha avanzado en:
- La elaboración de perfiles profesionales en cuidados.
- El diseño y actualización de instrumentos de evaluación, con participación de especialistas regionales.
- La formación de evaluadores de competencias laborales.
- La implementación de certificados en línea con código QR para verificar su autenticidad.
- La realización de un primer proceso de validación ocupacional para cuidadoras, que marca el inicio de la certificación en este sector.
Sánchez subrayó el potencial impacto de la certificación en el cuidado: “La certificación puede profesionalizar un trabajo que suele surgir de manera informal, mejorar la empleabilidad y reducir la informalidad, además de contribuir a la equidad de género”. Elaine de Castro resaltó también el creciente interés de mujeres y hombres en formarse y trabajar en cuidados, así como el surgimiento de cooperativas y empresas que organizan ferias laborales para captar personas cuidadoras certificadas.
Entre las oportunidades que identifican se encuentran:
- Contar ya con normas de competencia para cuidados de personas mayores, primera infancia, personas con discapacidad y asistencia a personas con demanda de apoyo.
- El avance regional en políticas de cuidado que abre espacio a la movilidad laboral segura y ordenada.
- El desarrollo de plataformas digitales y bases de datos que facilitan el reconocimiento de certificados.
Los desafíos pasan por:
- Homologar estándares con otros países y enfrentar diferencias normativas.
- Ampliar la cobertura hacia zonas rurales y territorios más alejados.
- Fortalecer la capacidad institucional y los recursos para sostener procesos de certificación a gran escala.
- Sensibilizar a los empleadores para que valoren certificaciones emitidas en otros países.
En el tramo final del webinar, el intercambio se centró en las posibilidades de articulación regional.
Desde Uruguay se remarcó que uno de los grandes retos del próximo quinquenio será vincular de forma más estrecha la política de empleo y formación con el Plan Nacional de Cuidados, incluyendo:
- La creación de un marco sectorial de cualificaciones en cuidados.
- El impulso a un grupo de negociación colectiva específico para las personas que trabajan en este sector, como parte de la agenda de trabajo decente y reducción de la informalidad.
Anaclara Matosas, de OIT/Cinterfor, recordó que estos procesos dialogan con iniciativas como el Pasaporte de Habilidades de la OIT, cuyo segundo encuentro regional tuvo lugar recientemente en Lima, y que identifica al sector cuidados como un ámbito prioritario para experiencias piloto.
De cara al futuro cercano, la Red Saber Cuidar se propone:
- Avanzar hacia un marco regional de cualificaciones en cuidados, que sirva de referencia común para la homologación.
- Profundizar en la acreditación de saberes previos, clave en un sector donde muchas personas aprenden en la práctica y presentan bajos niveles educativos formales.
- Desarrollar mecanismos de información y evaluación de impacto que permitan medir cómo la certificación transforma la vida laboral de quienes cuidan.
- Incorporar con más fuerza la formación y certificación de formadores en cuidados.
- Seguir sumando a otros ministerios y actores clave para que formación y certificación sean componentes inevitables de cualquier política de cuidados.
El webinar cerró con una nueva nube de palabras en la que surgieron conceptos como “unificar criterios, competencias generales de cuidado, estándares homologados, evaluación de impacto, enfoque interseccional y acreditación de saberes”.
Estas ideas serán insumo para la planificación de la Red Saber Cuidar en 2025, que incluirá:
- Nuevas sesiones del ciclo “Profesionalizar el cuidado, transformar la región”.
- Un proyecto hacia un marco regional de cualificaciones en cuidados.
- El uso de lecciones aprendidas del Marco Nacional de Cualificaciones en Uruguay y del trabajo regional en el Pasaporte de Habilidades.
- La difusión de una nota técnica con un diagnóstico actualizado de los avances en la región en formación y certificación en cuidados.
OIT/Cinterfor y la Red Saber Cuidar reafirmaron su compromiso de seguir articulando esfuerzos para que la certificación de competencias en cuidados se convierta en una herramienta concreta de reconocimiento, movilidad e integración regional, y para que quienes cuidan accedan a trabajo decente, protección social y pleno reconocimiento de su aporte esencial a nuestras sociedades.





