Prospectiva de la Formación Profesional de Honduras - Educación al 2028

Honduras enfrenta varios retos, particularmente en lo relativo a la erradicación de la pobreza y la desigualdad, la competitividad, la generación de empleo, la seguridad y los derechos humanos, la estabilidad macroeconómica, la gestión de finanzas públicas, la preservación del medio ambiente y la capacidad de recuperación frente a los desastres naturales. El programa Euro+Labor implementó la metodología de la prospectiva de la formación profesional como una acción puntual en el marco del resultado 2 “La Secretaria de Trabajo y Seguridad Social – STSS- fortalece sus capacidades con el fin de ampliar sus funciones de intermediación y de regulación del trabajo a una función específica de promoción de empleo decente” que se llevó a cabo en la misión para el fortalecimiento del Instituto de Formación Profesional de Honduras (INFOP) a través del desarrollo de procesos de prospección para la identificación oportuna de necesidades de formación.
El presente informe ofrece un panorama general de la anticipación temprana de necesidades de formación profesional, el desarrollo de la metodología conjuga diferentes instrumentos vinculados al campo de los estudios de futuro, entre los que se destacan el panel de especialistas, orientado a identificar las tendencias tecnológicas emergentes y ocupacionales; inteligencia tecnológica en la identificación de las Tecnologías Emergentes Específicas (TEE) y la técnica Delphi en la estimación de la probabilidad de ocurrencia de la TEE entre 2018 y 2028.
La educación más allá de considerarla un sector de la economía se seleccionó debido a transversalidad de los procesos en el aprendizaje a lo largo de la vida, “…sociedad educativa en la que todo puede ser ocasión para aprender y desarrollar las capacidades del individuo” (UNESCO, 1996)justamente el Comité Consultivo mencionó datos relevantes para considerar en la elección de la educación para aplicar la metodología del SENAI, en ellas la condición del desempleo de los jóvenes que según la variables del mercado de trabajo a partir del 2013 para jóvenes entre los 19 y 24 años era del 7,8% versus 3,5% para los adultos de 30 a 35 años y 2,3% para adultos de 36 a 44 años, (Escárate, 2014) señala que 646 mil jóvenes en el 2013 no trabajan ni estudian (NINI) cifra que representaba el 26% de la población, esta problemática ha afectado en mayor medida a la mujer y los jóvenes de zonas rurales.