Vínculos entre la formación profesional y la educación regular

<p>La consolidación de un nuevo sistema técnico a lo largo de los últimos 20 años, basado en las tecnologías de la información y sustentado en cuatro pilares: la robótica, la telemática, la informática y la electrónica, han modificado radicalmente la competitividad de las naciones. Los sectores intensivos en mano de obra se convirtieron en sectores intensivos en capital y tecnología, las antiguas ramas industriales basadas en líneas semiautomáticas de producción se transformaron, gracias al nuevo sistema técnico, en procesos automatizados de fabricación. El redespliegue industrial no tuvo lugar y, por el contrario, se dio un proceso de auge industrial en los países desarrollados. La competitividad de las naciones pasó de las ventajas heredadas (situación geográfica, dotación de los recursos naturales, mano de obra abundante en salarios de subsistencia), a las ventajas construidas, en las cuales los sistemas de investigación y desarrollo, y la existencia de una población altamente calificada, con habilidades para crear, adaptar y desarrollar nuevas tecnologías, juegan un papel central. En consecuencia, los programas de investigación y formación (programas curriculares, contenidos, competencias) de ingenieros, tecnólogos y técnicos, deben ser igualmente diferentes a los existentes en el pasado, fenómeno que acontece en todos los campos.</p>